Palacios, tierras, joyas... La inmensa fortuna que deja Isabel II y quién la va a heredar

La población británica está de luto. Isabel II falleció este jueves a la edad de 96 años dejando un gran vacío en el Reino Unido, donde ostentó el trono durante siete décadas. En este tiempo afrontó los deberes de la corona con firmeza, así como acumuló un patrimonio personal de millones de euros.

La monarca poseía más de 500 millones de euros, según London Times Rich, y entre sus bienes figuraban palacios -entre ellos, el de Balmoral, en Escocia, donde falleció-, joyas, caballos, tierras y coches. Por otro lado, la revista Forbes indicó el pasado año que la familia Windsor poseía, por aquel entonces, alrededor de 88 millones de euros.

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Según el citado medio, la monarquía británica posee 28.000 dólares en patrimonio inmobiliario que no puede ser vendido:

La reina heredó de su padre la finca de Sandringham, y su madre le dejó cerca de 70 millones de euros al morir. Sin embargo, a estos territorios se suman otros como los de Kensington, Tutbury y la aldea de Ghoatland, en la que se rodó la película Braveheart.

Entre sus joyas figura una colección personal valorada en 10 millones de euros, mientras que el resto de elementos del joyero real pertenecen al Estado. También contaba con unas cuadras con una treintena de caballos que le aportaban unos 10 millones de euros. Entre sus vehículos hay coches que suman una cantidad de 15 millones de euros.

La soberana contaba con tres fuentes de ingresos: la Subvención Soberana, que era una cantidad anual que pagaba su sueldo y los gastos de compromisos oficiales; el Privy Purse, una especie de monedero con el que tenía derecho a tierras, propiedades y activos; y los bienes personales.

¿Quién heredará la fortuna de Isabel II?

Ahora que Isabel II ha fallecido, la mayor parte de su patrimonio personal pasará a manos del príncipe Carlos -ahora Carlos III- cuando suba al trono.

De hecho, tal y como informa Fortune, hay una cláusula legal especial que exime a la reina de pagar el impuesto de sucesiones sobre el patrimonio dejado por su madre, y esta misma se aplicará también al príncipe Carlos.

Según se acordó en 1993 con el primer ministro John Major, para evitar la erosión del patrimonio real, las herencias de soberano a soberano están exentas del impuesto de sucesiones del 40%.

Aun así, a pesar de heredar tanto el trono como el patrimonio, Carlos III seguirá sin recibir directamente el patrimonio inmobiliario de 28.000 millones de dólares y solo recibirá los bienes personales que le haya designado específicamente la reina Isabel II.